
El servicio de peinar (o en argot de peluquería «brushing») es el servicio por excelencia en todos los salones. Cualquier otro servicio incluye el peinado como finalización (aunque hay quien prefiere no realizárselo) siendo obligatorio para, por ejemplo, acabar de rematar un corte…
Para algunas personas (sobretodo mujeres) es el único servicio que se realizan en el salón.
Por tanto, y aunque es el menos publicitado, el servicio de lavar y peinar es el servicio más realizado y al que le damos más importancia.